La saga de la tutela de Britney Spears está a punto de alcanzar su quinto aniversario. Todos recordamos la afeitada de cabeza, las crisis públicas y las salvajes fotografías de los paparazzi. Su carrera, su relación con sus hijos, e incluso su vida estaba girando peligrosamente fuera de control.

Comparen eso con su vida ahora, cinco años más tarde. La Britney de treinta y un años de edad luce muy diferente de la Britney de veintiséis años de edad. Le pagaron sólo 15 millones de dólares para un trabajo de temporada como juez en 'X Factor'. ¿Fue la mejor juez? Eso es discutible. Hubo rumores de que Simon Cowell no quería que regresara para otra temporada, pero fue Britney quien tomó la decisión de dejar el programa.

De cualquier manera, no hay debate que Britney parecía… bueno, muy normal. Ella fue madura, compuesta, e incluso a veces fue graciosa. Ella fue mentor de los cantantes adolescentes. Ella se mantuvo unida y dio críticas constructivas. Se informa que Britney fue revitalizada por la experiencia y está lista para lanzar nueva música y salir nuevamente de gira.

Britney no se ve como alguien que es legalmente incompetente e incapaz de tomar decisiones sobre su propia vida.

Tutelas (y curatelas, como se les llama en la mayoría de los estados), son algunos de los procedimientos judiciales más drásticos. Las personas bajo tutela o curatela pierden el derecho a tomar hasta las decisiones más básicas por sí mismos. Casarse, gastar dinero, elegir dónde vivir, visitar a los médicos… gente como Britney Spears no puede tomar ninguna de esas decisiones por sí mismos.

Estos procedimientos judiciales son normalmente guardados para las personas de edad avanzada con demencia o enfermedad de Alzheimer, o personas con graves discapacidades de desarrollo. Son necesarios para ayudar a aquellos que no pueden protegerse a sí mismos. No fueron creados como un medio legal para proteger carreras valiosas.

La situación de Britney iba a mejorar cuando se comprometió con su agente, Jason Trawick. Él se convirtió en su co-curador para sus decisiones no financieras, junto con el padre de Britney, Jaime Spears. Jaime y un abogado mantienen el control de todos sus asuntos financieros.

El pasado viernes, se le permitió a Jason Trawick renunciar como co-curador y el compromiso fue suspendido. Las declaraciones públicas de la ex pareja pregonan lo mucho que aun se preocupan por el otro, pero ellos decidieron, de mutuo acuerdo, ponerle fin. El publicista de Britney lo llamó una “decisión difícil tomada por dos adultos maduros”. Sin embargo, sólo uno de esos adultos se considera lo suficientemente maduro como para tomar sus propias decisiones en la vida.

Perez Hilton escribió en su blog que la razón de la ruptura fue que Britney estaba resentida con Trawick debido a que el tomara el control de su vida y actuara como niñera en vez de como una pareja romántica. Ha habido muchos informes antes de que Spears estaba harta de la tutela y de ser tratada como una niña con ningún derecho sobre su propia vida.

Sin embargo, se dice que Britney tiene una condición psicológica, como el trastorno bipolar, lo que justifica la necesidad continua de tutela. Obviamente, hay mucho sobre su situación que el público en general no sabe. Pero muchas personas tienen trastornos psicológicos sin que sus derechos más básicos sean despojados de ellos. La pregunta es, ¿por cuánto tiempo su condición y sus pasados colapsos siguen justificando este remedio extremo?.

No hay duda de que el padre de Britney, Jaime Spears, hizo lo correcto en presentarse a la tutela para protegerla. Él probablemente le salvó la vida, y sin duda le salvó la carrera. Bajo su dirección, sus ingresos crecieron a 27,5 millones a finales de 2010, según los registros contables presentados en la tutela. Sin duda, esa cifra ha crecido de manera significativa hasta el año 2012.

Pero, ¿eso justifica la tutela indefinidamente? ¿No debería Britney tener una segunda oportunidad de vivir su vida como un adulto en algún momento? ¿Va a tomar otros cinco años más?

Hemos escrito antes de que la principal razón de la tutela continuaría debido a una serie de demandas en contra de Britney. La tutela impidió que Britney tenga que testificar en los juicios.

Eso ya no parece ser un problema. La última y más inquietante de las demandas fue cerrada un par de meses atrás. El ex manager de Britney, Sam Lufti, inició una fea demanda contra Britney y sus padres. Cuando comenzó el juicio, los abogados de Lufti se centraron en el comportamiento loco de Britney desde 2008, tratando de hacer que el caso sea sobre su pasado caótico y no sobre lo que el caso debería haber sido; ¿tuvo Lufti un contrato legal con el equipo de Spears que resultó violado?

El juez no estaba impresionado con el caso de Lufti y lo tiró a mitad de camino. Lufti no fue capaz de citar a Britney a la corte a testificar, si lo intentó. La tutela fue una de las razones por las que Britney fue protegida de testificar.

Existe cierta preocupación constante porque Lufti tiene el derecho de apelar la decisión del juez de desestimar su demanda. De hecho, Lufti se comprometió a hacer exactamente eso. Jaime Spears y sus abogados probablemente estén preocupados de que si la tutela termina justo después de que la demanda de Lufti fue desestimada, y mientras el caso está en apelación, parecería como si la tutela no era más que una excusa para proteger a Britney de la demanda.

En algún momento, sin embargo, pasará suficiente tiempo donde esa excusa no sea justificada. En algún momento, Britney – si ella tiene o no tiene un trastorno psicológico – deberá ser permitida de tratar de actuar como un adulto. Ella todavía puede tener asesores, gerentes y representantes que la ayuden, pero se le debe permitir que tome sus propias decisiones, para variar.

Si se puede confiar en ella para ser mentora de niños que quieren ser grandes estrellas, juzgar artistas por millones de dólares, grabar álbumes y realizar giras, sus derechos a ser tratada como un adulto en su vida personal deben ser restaurados. Se puede hacer con el tiempo, y por etapas, comenzando con sus decisiones personales básicas y en el futuro las decisiones sobre sus finanzas y carrera.

Fuente: Forbes

Créditos: Stronger Britney

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