Sam Lufti, el que fuera manager (autoproclamado) de Britney Spears durante la época más oscura de su vida, parece que vuelve a hablar. Después de poner una demanda contra la familia Spears, que Jamie ha recibido hace apenas unas horas, la revista US Magazine recoge impactantes declaraciones del personaje.

Así, Sam afirma sin ningún pudor que le dio “un puñado de pastillas a Britney antes de que llegaran sus padres” y que le convenció para tomarlas diciéndole a la cantante que eran “pastillas que hacían maravillas”. Según su ex-manager, sólo ayudaban a dormir a Britney para sobrellevar su desorden bipolar. Algo incoherente el hecho de aceptar que drogó a Britney justo después de interponer una demanda contra su familia por difamación, ya que Sam asegura que su reputación fue arruinada cuando en el libro de Lynne, la madre de Britney, aseguraba que la había drogado.

Sam continúa sobre el desorden de Britney: “Su psiquiatra conocía desde hace tiempo estos problemas. Ella fue diagnosticada de desorden bipolar hace más de 5 años. En los episodios depresivos eran todo llantos. Pero en las partes maniacas no había lloros, simpatía o compasión. Britney era otra persona completamente distinta. El acento inglés formaba parte de esa otra personalidad, ella se sentía agusto con ese acento. Pero lo peor era cuando llevaba la peluca rosa. Entonces sabías que se ponía mal la cosa”.

Cuando finalmente Britney fue puesta bajo tratamiento de manera involuntaria por orden de su familia en el centro médico UCLA, Lynne Spears trató de apartar a Sam de Britney y ésta, según Lufti, le contestó a su madre que “Sam es mejor familia de lo que seréis vosotros nunca”.

NOTA: Muchas partes de el reportaje fueron cosas que ya se dijeron hace un año... pero bueno.

Fuente: US Magazine
Gracias a Osdia

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